miércoles, 10 de enero de 2018

Estudio del comportamiento

1ª prueba

Situación: recuperación de un examen

Repetidores haciendo el gracioso, lo típico, un minuto después de que el profesor haya entregado los exámenes: "Ya he terminado".
Además veo pies inquietos y bailoteando, oigo los ' clicks'  de los bolígrafos y aprecio la ruidosa cinta de tipex, todo mientras circulan chuletas indiscretas por el suelo...[esta nueva generación no sabe copiar...]
Estudiemoslo más a fondo.
Risas nerviosas, caras de preocupación; una de cal y una de arena. Me recuerda a un viaje en barco con turbulencias y tormenta: Vi a una pareja. El chico no se encontraba muy bien...¡Y la chica parecía que se iba a caer del asiento en cualquier momento! 
Mientras, los repetidores enseñan el libro entre colegas. El profesor que a las preguntas responde con desdén , les pilla con su 'ingeniosa' táctica ¿¡Qué podría fallar!? 
[Otra técnica es la de dejar chuletas para los de la siguiente clase, aunque es mejor no copiar...]
Ahora observemos a un copiador con experiencia: Se le ve tranquilo, relajado, o incluso chulo...esto ya lo ha hecho muchas veces.
En cambio, alguien al que nunca se le habría ocurrido copiar pero se topa con algo que le supera: Nervioso, torpe, tenso, gruñón. Las expresiones de su cara son como si hubiera matado a alguien, y eso a veces le delata, si no tienes un profesor pasota y despreocupado, claro, si lo es, has tenido suerte.

Fijémonos ahora en los que no hacen la recuperación. 
Hacen tarea, ríen, practican para artistas, decoran el mobiliario, charlan (con amenaza de parte) o escriben un estudio sobre el comportamiento tras terminar los deberes.
No viene a cuento, pero os voy a dejar un fragmento (escrito por mi...) de lo que pasa cuando...

Lo que pasa cuando suena un móvil en clase
(...)
Y de repente, suena una música pegadiza, típica de un adolescente. Nadie sabe de quien es. El profesor examina con mirada fría y dura. El nerviosismo se propaga. La gente mira en sus mochilas y tras cerciorarse, a escondidas, de que no es su dispositivo, empiezan a mirar mal a sus principales sospechosos. Las 'amigas falsas' como las llamo yo comentan: "Seguro que no es el tuyo, creo que es el de Daniela". Y con Daniela ponen verde a la otra, con esa sonrisa mas falsa que una vaca sin manchas... Al final, resulta que, tras ese alboroto, esa musiquilla provenía de del móvil del despistado maestro.


Dime, ¿sobre qué puede ser mi siguiente estudio?

¡Espero que este os haya parecido gracioso!

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